La felicidad real radica en el nivel de conciencia que se tiene acerca de esa felicidad y no en los placeres y las alegrías.
Las alegrías pueden ser simplemente las creencias arraigadas en la profundidad del ser. La conciencia (que es donde está la felicidad) se aleja de la creencia ya que en esta se encuentra la falsedad, una falsedad que engaña llena de brillitos y placeres fatuos.
Caminar con firmeza y con conciencia implica las ganas de ser feliz.
Caminar sin conciencia y solo con la creencia de que el hedonismo es felicidad, es provocar tumbos y brechas en la vida.
Yo creo que por eso se desea la felicidad, porque todos deseamos que la gente (toda) be feliz y que la gente viva con conciencia y con autociciencia, con una profunda y verdadera reflexión y no disfrazada de caprichos y de argumentos fatuos.
El placer siempre es numinoso y por ello se vuelve una fantasía y es fácil confundirle con la felicidad.
Lo mismo que la creencia usualmente se confunde con la conciencia y se defiende con la pasión (pues es más fácil creer que saber) es mas facil creer que tener conciencia.
Por ello, hija mía, deseo felicidad en tu vida. Deseo que la razón y la conciencia florezcan y permanezcan en ti ya tu alrededor honestas, firmes y en franco crecimiento.
Feliz cumpleaños diecinueve.
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